31 de enero de 2014

Stop! Los vampiros emocionales

¿Cuántas personas tenéis a vuestro alrededor que no creen en vosotros o no os dejan avanzar? ¿Qué os infravaloran? ¿Y qué son negativas y pesimistas? Esto es algo que como personas en primer lugar, y más aún como opositores, no nos lo podemos permitir.
Hace poco leí un libro que me habían recomendado, que hablaba sobre este tipo de gente tóxica, y obtuve alguna que otra conclusión que os cuento, y que intento poner en práctica. ;) 






Las personas humanas venimos de serie con una especie de "kit whatsapp" y absorbemos los sentimientos, así como las alegrías, preocupaciones, penas de los demás. La empatía es como un Dropbox y sincroniza gestos, posturas, risas, acentos... y al quedar público, tiene la ventaja y la desventaja de que esta a disposición de todo el mundo. De forma que la gente nos llega a conocer en función de lo que mostremos o no de la carpeta. Y en ocasiones esto es mucho. ¿Quién se acuerda de aquella época sin redes sociales o como mucho el messenger? Nadie veía fotos ni sabía que habías comprado pasteles el martes o que saliste a cenar un jueves. Yo creo que en ocasiones, esto es positivo y hacen que interconectemos (véase instagram en mi caso donde tengo un grupo de opocompis apañadísimas.)

Pero volviendo al tema, las personas más extrovertidas y alegres conectan mejor, siendo más expuestas a la gente tóxica, y las introvertidas, menos, ya que son más reservadas y les cuesta más abrirse a los demás.

El problema viene cuando conectas con un vampiro emocional. Esto no te interesa nada. ¡Huye! Hay veces que consiguen arrastrarte a su mundo negativo, de forma que si no sabes salir a tiempo pueden dejarte grandes secuelas. Muchas veces alejarlo de ti puede costar puesto que generan una especie de efecto imán. Llegan a alterar nuestro sistema inmunitario haciéndonos propensos a coger todo tipo de virus. Usan sus estados cambiantes para alterarnos y manipularnos. Y a nosotros esto no puede afectarnos para la oposición, hay que ponerle remedio.

1. Continua tu vida alejándote. Aíslate

2. Pisa fuerte. Tu dignidad vale más.

3. Contraataca si es necesario.

4. No tomes ese comportamiento tóxico como algo personal. Estas personas tienden a hacerte ver que el fallo es tuyo, pero no es vuesto sino suyo. Aprietan tu botón de culpa y debes pararlo porque te dejan sin batería




"No hay que dejar que la gente tóxica alquile lugar en nuestra cabeza,
si es así, hay que subir la renta y hacer que se vayan"




20 de enero de 2014

Decisiones; seguimos luchando

Poco a poco nos vamos conociendo un poquito más. Ya sabeis que canto temas con calcetines de elefante remendados y que tengo un perro enfermo que se llama Muffin del que ya os conté. Además, obvio, que soy opositora.



Pues bien, hay días que nos gustan más y días que nos gustan menos. Ayer y hoy han sido ese tipo de días. Tuve que tomar una decisión muy importante, algo así como "tirar el cartucho final de esta historia". Y he decidido probarlo.

En todos estos años, jamás he conocido a alguién que se arrepienta de haber comprado un perro y es que, un perro es una inversión que nunca dará pérdidas. Es algo de lo que jamás te arrepientes. Más bien al contrario, cada día te sientes más orgulloso y es que, eso que empezó siendo solo un perro, al poco tiempo deja de ser solo un perro y para a convertirse en Tu Perro.


Dicen que el perro es el fiel amigo del hombre, y como dijo R. Caras: "los perros no son todo en nuestra vida pero la completan". Totalmente de acuerdo, Roger.





Dicho esto, necesito darnos una última oportunidad pese a lo laborioso del camino y el no éxito cosechado hasta ahora (al menos no del todo); pero al final alguien muy importante me ha hecho ver que tenía que ser yo a la hora de decidir si nos quedabamos aquí o nos lanzabamos una vez más a "esta asquerosa aventura", y yo soy luchadora. Así que nos acabamos de inscribir nuevamente. No tengo ni idea como acaba la historia, pero voy a valorar el hoy. Mañana ya veremos. Pero esta noche vamos a preparar la camiseta de correr y los pantalones cortos, y salimos mañana.



He pensado que lo que realmente nos define son los momentos, es esa forma que tenemos para enfrentarnos a ellos, es decir, la forma en la que al final nos viene la vida y el modo en que tú decides plantarle cara. Somos lo que vivimos. 

La historia de Muffin y mia es como la oposición, nadie dijo que fuera fácil pero tampoco que iba a ser tan difícil, ¿no? Y sin embargo aquí estamos, dándolo todo y más hasta el final. Lo importante es tener la ilusión y el convencimiento de que podemos porque la ilusión son ganas. Y con ganas se llega lejos, muy lejos. 
Así que vamos a hacer que la vida, que a veces carece de realidad, no nos deje nunca de ilusionar. Plantémosle cara y sigamos luchando.






13 de enero de 2014

Mis calcetines de elefantes

Tengo unos calcetines que yo bauticé hace como medio siglo como "calcetines de la suerte" (si señor, creo en esas cosas y determinados días llevo el kit completo de la suerte) y ¡horror! se han roto. No es un roto ni siquiera de esos fáciles de coser, no, es un roto con mala leche, de esos que si mi madre los viera diría (no diría, haría) "a la basura y punto".

 Pero yo no; son MIS calcetines de la suerte que tienen encima leyenda. Y digo leyenda porque cada Navidad pido calcetines que posteriormente vuelvo a bautizar como "de la suerte". Pero mis calcetines rotos eran especiales, de esos de kukuxumu con elefante y trompa hacia arriba, que venían en packaging diferente, y que me enamoraron nada más verlos. Son los que llevo cada miércoles a cantar cuando no van bien los temas, y cada vez que monto en avión (no me gusta volar). Y a veces, también los llevo días cualquiera simplemente por llevar, porque me gustan y no hay más.





Pues teniendo los calcetines en la mano, haciéndolos ovillo para el recuerdo, pensaba que yo quería algún día ser los calcetines favoritos de alguien. Aunque estén gastados y con rotos, pero que nunca tiras porque son tus calcetines.

Nunca os he contado como soy, pero os va quedando claro que ni de broma soy perfecta. Me gusta exprimir hasta quedar exhausta los días libres, soy maniáticamente ordenada y esto se ha acentuado con la oposición, odio echar gasolina, los días de canto siempre diré "no lo llevo bien". Soy adicta al chocolate y los dulces hasta caer enferma, me encanta el cola cao y el regaliz. Tengo intolerancia a la cafeína y teína. Enganchada a Alejandro Sanz desde los 8. A veces digo tonterías o tiendo a reflexionar demasiado. Obsesa de las fotos.  

Pero también soy amiga de mis amigos, puedo llorar y reir el mismo día. Me gusta sonreir, porque alegra el día y todo se lleva mejor. Si me enfado es raro, y lo escenifico como si estallara la tercera guerra mundial, pero no muerdo. Me gusta ver películas y me encanta Audrey H. Cuando estoy triste bailo y canto por casa para animarme. Adoro hacer repostería aunque no tengo mucho tiempo ahora. Soy perritos calientes y spaguettis carbonara. Ah! y verduras, así de rara pero prefiero verduritas a la plancha que un solomillo. Si por mi fuera tendría un zoológico en casa. Soy muy familiar. Positiva en general. Otra adicción: compras y comer panetonnes en Navidad. Y me gusta andar y andar.

Y después de esto, añado que creo que siempre hay un roto para un descosido, como mis calcetines. Yo creo en las cosas como antaño, y cuando algo se rompía, se pegaba. 
Por si acaso, yo los he guardado en un rincón del cajón.








5 de enero de 2014

Welcome 2014

Año nuevo, vida nueva (o eso se dice, ¿no?)

Realmente no tenemos vida nueva, lo aceptemos o no, lo nuestro esta marcado por la rutina. Pero es una rutina que te llega a gustar, de estas cosas que le coges un cierto cariño. Tanto es así que el día que por lo que sea te sales de ella de modo excepcional no terminas de sentirte cómodo. ¡Mira si somos raros!

Visto esto, ¿quién dice que no sea 2014 nuestro año? ¿Y si es tu año? ¿Y si es el año de sacar TU plaza? Y ahora te digo yo, ¿y por qué no? ;) 




Te propongo una cosa: coge tu cuaderno, sí, ese que todos tenemos donde esta escrito cada capitulo de nuestra vida a boli. A bolígrafo, esto es fundamental, nada de lápiz, que el pasado nunca vuelve y no hay nada como arrepentirte de lo que has hecho, pero peor aún es arrepentirte de lo que nunca hiciste. Así que siempre escribe a boli. Si lo tienes ya, coge un subrayador (si es chillón mucho mejor, que resalte) y subraya cada error cometido el año anterior. Que se vea y lo memorices (esto fácil para nosotros, ¿no?), y sobretodo que no volvamos a cometer los mismos errores. Equivócate, sí. Pero no sobre las mismas cosas. Y ahora cierra capítulo y ábrete el nuevo. Grande. Que se lea bien claro "Welcome 2014". Y empieza a escribirlo ya, y no pares. Haz de este un gran año; a nivel opositoril, a nivel personal, a nivel familiar... a todos los niveles. Y por encima de todo, disfrútalo y vive cada día como si no hubiera mañana.