26 de julio de 2015

Del pretérito indefinido "yo tuve"

Y digo tuve porque en un pasado ahí estuvieron esos dos meses largos de vacaciones, tirada en la playa, escuchando música indefinidamente o comiendo pipas con mis amigas entre risas y atardeceres.



Lo que pasa que algún día pienso volver a tenerlas, no dos meses porque no estudié magisterio para bien o mal, pero si un mes. Porque todas las etapas acaban, y alguna vez la mía como opositora llegará a puerto (ojalá a bueno, claro).

Por eso cuando ahora veo fotos de gente que sí está disfrutando semanas y semanas, o bien me veo a mi encerrada desde que amanece hasta que atardece pienso: olé yo. Olé yo y muchos que como yo decidimos sacrificar los veranos "de nuestra vida" por un sueño. Porque los veintitantos son esa época que empiezas en Julio con un mojito una noche y sigues hasta que sale el sol escuchando la música top de la temporada con tus amigos. Pero yo no tengo eso. Yo hoy tengo apuntes, academia, dictamen, contabilidad, y preparador cada semana. Da igual 26 de Julio que 30 de Agosto. Así que voy a hablar desde el punto de vista del opositor solamente.



Cuando me preguntan cómo aguanto aquí les digo que porque tengo un fin, trazado a lo largo de los años y que me gustaría lograr. Y nunca olvides tu meta, nunca. 
Y para lograrlo los mojitos y los atardeceres los han de ver otros que no yo. Para lograrlo necesito rutina y estudio diario, en invierno y en verano. Porque nada en la vida se regala. O te lo curras o vete a tomar pipas a la playa ya.

No conozco etapa con más "noses" que esta: no puedo ir un fin de semana a Mojácar en Junio, no puedo ir a tu despedida de soltera, no puedo ir al cine hoy porque mañana canto, no, no y más no.

Pero habrá un día que compensemos con "sies". El día que consigas acabar esta etapa. Para ello, compañero ahora te digo que aguantes. Que aunque tengas días malos, no pasa nada. Mañana día 27 te levantas, coges aire y te comes los temas. Porque ni siquiera estás solo. Como tú somos muchos en estos meses que seguimos luchando. 

Porque habrá un día en el que no podamos más y entonces lo podremos todo, incluidas las merecidas vacaciones ;). 

Hasta entonces: ánimo valiente